Elecciones en el Salvador. ¿Necesarias pero no suficientes?

El 2014 es un año decisivo para América Latina, pues varios países de la región realizarán o están realizando elecciones presidenciales y legislativas. Es esta la oportunidad para medir la fuerza de los partidos políticos y para decidir una vez más cuál es el rumbo que quiere darse a cada país.

Fuente: elpais.com
Fuente: elpais.com

En el caso del Salvador -país centroamericano con grandes desigualdades sociales y con un profundo problema de violencia-, los comicios por la presidencia demostraron la debilidad institucional del partido oficialista, pues a pesar de contar con la maquinaria necesaria para obtener un triunfo en primera vuelta, el hecho de obtener una votación del 49%, los obliga a presentarse una vez más a la segunda vuelta.

Ello arruinó parcialmente los pronósticos del FMLN (Frente Frabundo Martí para la Liberación Nacional), quien actualmente es el partido que detenta el poder y que pretende hacerlo una vez más, demostrando que a pesar de que el problema más visible (la presencia de bandas y pandillas juveniles que amenazan la seguridad del país) ha venido reduciéndose desde 2012, ello no es suficiente aún para que los ciudadanos descarten la posibilidad de que sea el partido opositor de derecha el que resuelva la situación.

¿Significa entonces que la izquierda tiene más dificultades para generar gobernabilidad en el país? No necesariamente. Si bien puede ser cierta la hipótesis de algunos ciudadanos de que la derecha gobierna mejor sólo por el hecho de haber gobernado durante más tiempo (más sabe el diablo por viejo que por diablo…), también es cierto que la única forma de gobernar es a través de la práctica y de la posibilidad real de llegar al poder por parte de todos los actores del espectro político.

Para el FMLN, el camino no ha sido fácil, pero a través de políticas sociales y de la tregua pactada con las dos principales bandas del país (Mara Salvatrucha y Barrio 18) ha demostrado que existen formas de resolución al conflicto diferentes al uso indiscriminado de la fuerza.

Como heredero de un proceso de paz firmado en 1992, el FMLN comprende que no puede repetir la historia y sus esfuerzos parecen concentrados en lograr este propósito, aunque los resultados no han sido del todo efectivos, entre otras cosas, porque la pobreza y la desigualdad del país tiene causas más profundas y necesitan entonces soluciones más complejas que las que se han presentado hasta ahora.

El candidato de derecha, Norman Quijano, ha aprovechado esta situación para concentrar su propuesta en un modelo simplista, pero radicalmente opuesto justificándolo en los fracasos del gobierno de turno.  De esta forma, ha propuesto que en caso de ser elegido declarará un estado de excepción en el cual se podrá “militarizar la seguridad pública” y además, disciplinará a los jóvenes desocupados del país para que no recurran a las pandillas. El 39% de los votos del pasado domingo, respaldan esta posición.

Esta compleja situación revela la inmadurez política del país centroamericano para lograr un acuerdo sobre cómo dirigir los puntos esenciales de su democracia. Y es un llamado de atención para aquellos países de la región como Colombia que intentan obtener procesos de paz luego de una larga guerra civil. No basta firmar un acuerdo para que la paz sea un hecho. No basta con la realización de elecciones periódicas para que la población supere sus problemas cotidianos. No basta con la entrega de subsidios y útiles escolares para cerrar las brechas sociales e incluir positivamente a todos los ciudadanos dentro de un proyecto nacional.

Sin embargo, es un buen comienzo. Este comienzo debe fortalecerse a partir de un acuerdo en el cual puedan participar todos acerca de lo que quieren como sociedad sobre temas como la seguridad, el respeto a la vida, a la libertad de expresión, etc. De lo contrario, los partidos seguirán ahogándose en propuestas inmediatistas con fines electorales, y el costo seguirá siendo la permanencia de la violencia como el medio más efectivo para hacer escuchar las demandas sociales y como demostración del fracaso del Estado por incluir en su proyecto a todos los ciudadanos.

5 comentarios en “Elecciones en el Salvador. ¿Necesarias pero no suficientes?

  1. Además, como dice Jorge, mientras la justicia social no esté presente, la violencia será un mecanismo para expresar el inconformismo de la población. Gracias por los comentarios!

  2. La primera vuelta se realizó el mismo domingo que las elecciones del Salvador (2 de febrero). La segunda vuelta se realizará el 6 de abril.

Deja un comentario